Emmet:
Oye, tiempo sin hablar. No me interesa como estas ni que has hecho, sólo quiero decirte que estoy bien, bueno, mas o menos. Aún no puedo creer que hayan pasado años desde la ultima vez que nos vimos, y la vedad, no fue una linda despedida, no se como describir lo que fue.
Estoy visitando a un psicólogo, él dice que debo hablar, pero no quiero hablar, hablar no sirve, no quita el dolor, no es anestesia, tampoco es droga, ni me ayudará a entender.
No te escribo para hablar del pasado, te escribo porque creo que necesito cerrar esto, porque si no lo hablo lo puedo escribir, si, me es más fácil escribir que hablar.
A veces pienso que es imposible que esa persona de la que aprendí tanto, que compartió conmigo los momentos en la televisión, que me haya dicho te quiero tantas veces, que me haya proclamado princesa de las sonrisas, que me haya dado galletas aún cuando estoy castigada; me haya hecho algo tan...Que estúpida soy, no merezco ser amada, no merezco amar, estoy sucia, tu me dañaste ¿Es lo que querías? Bueno lo lograste, no soy nadie.
Te odio. Te odio tan profundamente que me cuesta respirar, te odio tanto que es imposible dormir sin sentir el vacío en mi pecho, ahoga, no me deja pesar, te odio por eso; te odio porque me hiciste creer, creer en ti. Asco.
¿Te acuerdas de nuestro juego favorito? Espero que estés preparado, porque un juego nunca será tan divertido como este. No me olvides, yo a ti te recuerdo a la perfección.
Si, estoy viva, pero que nadie se entere.
Te quiere, tu princesa
¿Que tal? Es una pequeña introducción de una historia que quise escribir.
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